Historia

Una increíble historia de tradición

La tradición, entendida como la capacidad de transmitir de generación en generación toda una serie de experiencias, competencias y técnicas, es probablemente el capital más importante de una empresa. De hecho, la tradición sabe traducirse puntualmente en prestigio y calidad. Los productos KOH-I-NOOR cuentan con siglos de experiencia y tradición.

En 1730, la empresa Bürstenfabrik Grüneberg fabricaba cepillos en Bratislava (hoy capital de Eslovaquia, pero entonces parte del imperio austrohúngaro). Los cepillos y los cepillos de dientes se fabricaban a mano con mangos de hueso de buey y cerdas naturales. Gracias a la inventiva de Wilhelm Grüneberg, en el siglo XIX se desarrollaron máquinas para automatizar este trabajo.

El acetato de celulosa supuso una revolución: fue el primer material plástico. Los cepillos de dientes fabricados con él recibieron un nombre sinónimo de belleza, singularidad y perfección: KOH-I-NOOR, como el famoso diamante de 191 quilates traído desde la India a la corona de Inglaterra en aquellos años.

En 1943, durante los tumultuosos tiempos de la Segunda Guerra Mundial, la tecnología y los diseños fueron adquiridos por Carlo Scavini, su distribuidor italiano desde 1930, y trasladados a Tradate, una ciudad en el norte de Italia entre el lago de Como y Milán.

Desde hace casi 100 años, KOH-I-NOOR es un referente en el mundo de los accesorios de belleza y el cuidado personal. El nombre de la empresa en persa significa “Montaña de luz”, y es precisamente la luz, con sus reflejos, la que siempre ha caracterizado cada uno de nuestros productos y el trabajo de nuestros artesanos italianos, que se comprometen cada día a cuidar su calidad en cada detalle. Un compromiso que continúa desde 1930 y que nos ha permitido obtener el reconocimiento de Marca Histórica Italiana.